Existen evidencias que demuestran la gran importancia del hidrógeno (H2) en las futuras soluciones tecnológicas que podrían contribuir a descarbonizar la aviación civil y reducir las emisiones.
Dos de las principales razones que hacen del H2 una solución tan atractiva son, por una parte, que se puede producir y consumir sin generar CO2, y por otra, que el H2 está disponible en grandes cantidades en el agua. De esta forma, el hidrógeno actuará también como catalizador de la transición hacia los objetivos definidos en el Pacto Verde Europeo para pasar de los combustibles fósiles a energías limpias (renovables).
Si bien hasta el momento, las actividades específicas de investigación y desarrollo han mostrado resultados prometedores, hay que seguir avanzando en ellas para que el hidrógeno se convierta en un combustible de la aviación.
La Unión Europea ha intensificado significativamente sus actividades a través de una serie de iniciativas de investigación.
Un documento de trabajo de la Comisión Europea del 22 de enero de 2022 destaca el papel que desempeñarán las inversiones realizadas por la UE en investigación e innovación en el ámbito del hidrógeno.
El presente artículo le ofrece una visión general de las ventajas del H2 (tanto en estado líquido como gaseoso) como combustible de la aviación y en qué medida y por qué medios el hidrógeno puede formar parte integrante de la propulsión de los aviones.
Aeronaves propulsadas por hidrógeno
Para poder considerar el H2 como una tecnología rentable y eficaz de combustible destinado a la aviación, es necesario examinar las características propias del hidrógeno y tener en cuenta su ciclo de vida desde la producción hasta la implementación para apreciar plenamente su potencial.
El H2 que se produce por medio de energías renovables no genera CO2 como subproducto lo que lo convierte en una opción interesante y evidente que contribuye a los esfuerzos globales para reducir las emisiones de CO2 en el sector de la aviación.
Visión general de la reducción de emisiones gracias al H2:
Se están estudiando dos escenarios o soluciones principales:
- Una reducción de las emisiones brutas de carbono en la aviación, con el objetivo de lograr la neutralidad de carbono a largo plazo.
- Una reducción progresiva de todas las emisiones en el sector de la aviación para lograr la neutralidad de carbono o la eliminación de las emisiones.
Este diagrama le permite comprender el papel que puede desempeñar el H2 (tanto en estado líquido como gaseoso) para conseguir la neutralidad de carbono en la aviación (haga clic en la imagen para descargarlo en formato PDF).
Leyenda: el color verde indica un beneficio elevado, el naranja indica un beneficio moderado y el rojo indica que en esta etapa el beneficio es escaso
Los sectores de la aviación civil: los mejores casos de uso del H2
El H2 tiene una densidad energética baja por lo que es necesario almacenar a bordo de las aeronaves un volumen mayor de combustible frente a los combustibles utilizados en la aviación hasta ahora para que las aeronaves puedan recorrer la misma distancia. El volumen de los tanques de combustible que existen solo permitirían realizar rutas muy cortas y el emplazamiento actual, en las alas de la aeronave, no permitiría el almacenamiento del H2 en forma gaseosa o líquida.
Además, las infraestructuras y la cadena de suministro necesarias para garantizar la disponibilidad del H2 en los aeropuertos son elementos que deberán tenerse en cuenta antes de que se puedan garantizar servicios regulares.
Vista la situación actual, algunos segmentos de la aviación civil, como los puentes aéreos, vuelos regionales, vuelos cortos y de medio alcance, podrían ser prioritarios para el uso del H2como combustible de aviación.
El uso del H2 en aviones de pasajeros más grandes implicaría realizar modificaciones significativas en el diseño de las aeronaves, para permitir almacenar el volumen de hidrógeno necesario, lo que sería posible a largo plazo.
Todas las soluciones se cimentan en la seguridad de los pasajeros
Todos los trabajos y todas las posibles soluciones que nos ayudarán a conseguir los objetivos climáticos y nuestro objetivo más ambicioso de lograr la neutralidad del carbono en la aviación parten de la premisa de garantizar la seguridad de los pasajeros.
Todos los nuevos proyectos que integrarán al hidrógeno como combustible para la aviación deberán cumplir con las especificaciones aplicables, asegurando el mantenimiento de los altos niveles de seguridad esperados.
El papel de la EASA en las iniciativas de la UE
La EASA sigue estando en el centro de la acción, como participante en la Asociación por una Aviación Limpia, en la que los expertos en certificación y los equipos de investigación colaboran estrechamente con la iniciativa Hidrógeno Limpio.
La Unión Europea ha reforzado la Asociación para la Aviación Limpia, que siguió al proyecto anterior Clean Sky, para ayudarnos en nuestros esfuerzos hacia la reducción de las emisiones en la aviación.